El reloj con su tic tac de fondo al compás de un metrónomo, nosotros dos en la otra parte de la habitación, mirándonos fijamente sin decir nada pero diciéndolo todo, de repente, sonríes, el tic tac de fondo deja de sonar, te acercas hacia mi, me besas aunque es un poco complicado ya que yo no puedo dejar de sonreír, paras, me miras de nuevo, me miras con tus ojos oscuros y sin la necesidad de abrir tus labios eres capaz de decirme ese "te quiero" que me hace ser feliz, nuestras miradas se juntan tanto que sin querer empezamos a darnos besitos de esquimales, volvemos a besarnos una y otra vez y cada vez más rápido.
Y aquí seguimos dandonos besos sin parar, como si no hubiera el tiempo suficiente para acabar con las ganas del uno por el otro, cuando yo deje de escuchar el tic tac de las agujas del reloj hace tiempo.
Esperaba una historia diferente
No es que tengas que disculparte, era yo quien esperaba una historia diferente.
martes, 29 de noviembre de 2011
viernes, 5 de agosto de 2011
Nunca.
Quizás la palabra mas dolorosa de tu vida, siempre la hayas escuchado, pero no supiste que lo era.
Hasta la vista
Risas estúpidas que aun buscas el sentido, pero aun no sabes ni por que ni como te reíste, risas provocadas por estupideces absurdas que te hacen sentir bien desde la primera ora de la mañana, risas que por mucho tiempo que pasen no se te olvidaran.
Grandes Personas que te hacen ver la vida desde otro divertido punto de vista, personas que te apartan un tiempo de esa vida insufrible para hacerte feliz por un momento, que te apoyan sin apoyarte, que te ayudan sin ayudas, que te hacen parecer mejores gracias a tenerlas a tu lado.
Muchas personas creen en el olvido, en el fin, en lo que acaba. Pero yo por mucho que lo intento no puedo ponerle fin a algo que un día me hizo feliz.
No se olvidar, pero si esperar.
Hasta la vista.
Eres como la rutina...
si estoy contigo mi vida se amarga, si no estoy contigo no se como coño vivir.
Sueños inolvidables
Por todos esos sueños que un día tuvimos, y tuvo que venir alguien para decir que lo olvidásemos, porque ni siquiera nosotros mismos eramos capaces de darnos por vencidos.
Porque no es fácil olvidar a una persona.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)